viernes, 23 de enero de 2009

¿Despertando a la vida?

Nació y solo sintió el calor de una mano golpeando sus nalgas,
la bañaron en el agua fría de unas lagrimas.
Sintió el albornoz de la tristeza envolviendo su alma
y como única compañera la soledad cruel y amarga.
Creció entre cuatro paredes sola y abandonada,
un plato de comida y una mujer amargada,
nunca vio una sonrisa o una dulce mirada.
No tuvo tardes de parque, ni siquiera cuentos de hadas,
ni juguetes que compartieran sus horas tristes y largas,
por no tener nunca tuvo, entre sus manos pequeñas,
la caricia de una madre, ni los besos de una abuela.
Tan solo tenia tres años cuando una tarde dorada
en el cuarto de la niña, una vieja la miraba,
vestía toda de negro, su cabeza encapuchada,
con dedos largos y estrechos que con la niña jugaban,
le dijo:”vente conmigo” mientras tocaba su cara,
la niña sonrió miedosa y se marcho con la anciana.
Tres años tenia la niña, la muerte fue a visitarla
y por solo una sonrisa no dudo... en acompañarla.

No hay comentarios: